Del mostrador al mundo Digitalización y expansión global del negocio dulce
- Gustavo Camou Osete
- 16 abr
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 3 nov
Internet transformó la vitrina del barrio en un escaparate global.Hoy, una panadería puede vender en otro continente sin moverse de su cocina.Pero la digitalización no se trata solo de vender en línea: es crear experiencias coherentes en todos los canales.

El desafío para las marcas gastronómicas es trasladar el aroma y la emoción del punto de venta físico al entorno digital.Fotografía, storytelling y servicio postventa se vuelven ingredientes tan importantes como la mantequilla o la harina.El sitio web, las redes sociales y el empaque deben narrar la misma historia: la de una empresa humana con propósito.
La expansión internacional exige también conocimiento cultural y logístico.El producto debe viajar sin perder calidad ni identidad.La clave está en la consistencia: cada galleta, sin importar el país, debe contar la misma historia de origen.
La digitalización no despersonaliza; amplifica.Permite que la tradición se vuelva escalable.Cuando una empresa logra transmitir su esencia más allá de su tienda física, se convierte en marca global.Y cuando una marca global sigue sabiendo a hogar, ha encontrado su receta perfecta.




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