Delicias digitales: la era de los hornos virtuales
- IVAN OLIVAS
- 24 abr
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov
Las redes sociales transformaron el acto íntimo de hornear en espectáculo. Millones de usuarios observan cómo una masa se eleva, cómo una espátula gira el chocolate, cómo una cámara ralentiza la caída del azúcar. La repostería se volvió lenguaje visual. El algoritmo ahora dicta los tiempos del horno: no cuando la galleta está lista, sino cuando la publicación está “en tendencia”.

Los influencers gastronómicos son los nuevos alquimistas. Venden promesas de textura, brillo, éxito y estética. Pero detrás de cada video perfecto hay un duelo silencioso: el de la cocina que dejó de oler para empezar a pixelarse. El placer se volvió compartible, medible, viral.
Sin embargo, esta exposición también democratizó el conocimiento. Jóvenes de todo el mundo aprendieron a hornear sin escuelas ni maestros, solo con tutoriales y hashtags. La pantalla reemplazó el recetario familiar, pero no eliminó el deseo de aprender. La dulzura sigue viajando, ahora en formato digital.




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