Poner precio a un producto es ponerle valor a una historia.En la repostería artesanal, el precio no debe reflejar el costo de los ingredientes, sino el significado del proceso .Cada hora de amasado, cada receta perfeccionada y cada empaque diseñado forman parte del valor percibido. Competir por precio es una trampa silenciosa que erosiona la identidad.El cliente que llega por lo barato se irá por lo barato.En cambio, el cliente que llega por la calidad permanece por la confia