Minimizando el Impacto Ambiental en la Producción de Helados: Claves y Tendencias
- Elsa Burquez
- 4 nov 2024
- 6 Min. de lectura
La creciente demanda de productos sostenibles y responsables ha obligado a las industrias alimentarias a replantear sus modelos de producción, y la industria del helado no es la excepción. Los consumidores actuales ya no solo buscan productos que satisfagan sus gustos y preferencias, sino que también exigen que las empresas detrás de estos productos adopten prácticas que reduzcan el impacto ambiental. Desde el uso intensivo de agua y energía hasta las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción de lácteos, la cadena de suministro del helado puede tener un impacto significativo en el medio ambiente. Sin embargo, las innovaciones tecnológicas, las prácticas de sostenibilidad y el cambio hacia ingredientes más ecológicos están permitiendo a la industria del helado tomar medidas importantes para mitigar estos efectos.

El impacto ambiental de la producción tradicional de helados
El proceso de producción de helados implica varias etapas que generan emisiones de carbono y un alto consumo de recursos. La ganadería, especialmente la producción de lácteos, es una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en la cadena de suministro del helado. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la producción de lácteos es responsable de aproximadamente el 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, debido principalmente al metano liberado por las vacas y al consumo intensivo de energía y agua en la producción de leche.
Además, el procesamiento de los ingredientes y la congelación del helado requieren un consumo elevado de energía. Las fábricas de helados tradicionales utilizan equipos de refrigeración industrial que funcionan las 24 horas, lo que genera una gran demanda de electricidad. En combinación con el transporte de ingredientes y la distribución de productos a nivel global, el impacto ambiental de los helados tradicionales es considerable.
Claves para reducir el impacto ambiental en la producción de helados
A medida que la sostenibilidad se convierte en una prioridad para los consumidores y las marcas, la industria del helado está adoptando una serie de estrategias innovadoras para reducir su impacto ambiental. Estas estrategias abarcan desde la adopción de tecnologías más eficientes hasta la reformulación de productos utilizando ingredientes más sostenibles.
1. Energía renovable en las fábricas de helado
Una de las formas más efectivas en que las fábricas de helados están reduciendo su huella de carbono es mediante la adopción de energía renovable. Las fábricas que dependen de fuentes de energía como la solar o la eólica pueden reducir significativamente sus emisiones de gases de efecto invernadero. Además, la eficiencia energética en las instalaciones de producción es fundamental para minimizar el uso de electricidad y agua.
Un ejemplo destacado es Ben & Jerry’s, que ha implementado un enfoque integral de sostenibilidad en su cadena de producción. La empresa ha instalado paneles solares en varias de sus fábricas, lo que permite que parte de la energía utilizada en la producción de helados provenga de fuentes renovables. Además, han adoptado prácticas de eficiencia energética en sus equipos de refrigeración, lo que reduce el consumo total de electricidad. Estos esfuerzos han permitido que la marca reduzca sus emisiones de carbono y minimice el impacto ambiental de su producción.
2. Ingredientes sostenibles y locales
Otra clave para reducir el impacto ambiental en la producción de helados es la elección de ingredientes más sostenibles. Esto incluye el uso de productos orgánicos, la reducción del uso de pesticidas y fertilizantes, y el abastecimiento de ingredientes de productores locales. Al reducir la distancia que los ingredientes deben recorrer antes de llegar a las fábricas, las empresas de helados pueden disminuir su huella de carbono asociada con el transporte.
McConnell’s Fine Ice Creams es un ejemplo de una marca que ha adoptado un enfoque local y sostenible para la obtención de ingredientes. McConnell’s utiliza leche y crema de vacas criadas en granjas locales que practican métodos agrícolas regenerativos, lo que no solo mejora la calidad de los ingredientes, sino que también reduce el impacto ambiental asociado con el transporte y la producción intensiva. Además, la empresa utiliza frutas locales y de temporada, lo que disminuye la dependencia de ingredientes importados que requieren un transporte intensivo en carbono.
3. Alternativas a los productos lácteos
Uno de los avances más significativos en la reducción del impacto ambiental en la producción de helados ha sido el desarrollo de alternativas vegetales a los productos lácteos. La ganadería es uno de los mayores contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, por lo que reemplazar los productos lácteos convencionales con opciones basadas en plantas, como la leche de coco, almendra, avena o anacardo, puede reducir de manera considerable la huella de carbono del helado.
Marcas como Oatly han liderado la revolución de los helados a base de avena, que no solo ofrecen una alternativa sostenible a los helados tradicionales, sino que también utilizan menos agua y generan menos emisiones de carbono que la leche de vaca. Además, la avena es un cultivo que puede crecer en una variedad de climas y su producción requiere menos recursos que otros ingredientes alternativos, como las almendras. Esto ha permitido a Oatly posicionarse como una marca líder en el segmento de helados veganos y sostenibles.
4. Reducción de residuos y economía circular
El desperdicio de alimentos y envases es otro aspecto crítico en la industria del helado. Para reducir el impacto ambiental, muchas empresas están adoptando prácticas de economía circular, donde los residuos generados durante la producción se reutilizan o reciclan. Además, el desarrollo de envases sostenibles es fundamental para minimizar la cantidad de plástico que termina en vertederos o en los océanos.
Clemmy’s Ice Cream ha adoptado envases biodegradables y compostables en un esfuerzo por reducir el uso de plásticos de un solo uso. Estos envases están hechos de materiales a base de plantas, lo que permite que se descompongan de manera segura en el medio ambiente. Al optar por alternativas sostenibles, Clemmy’s ha reducido significativamente la cantidad de residuos generados por sus productos. Además, la empresa trabaja con proveedores que utilizan prácticas de agricultura regenerativa para garantizar que los ingredientes se obtengan de manera responsable.
Tendencias emergentes en la sostenibilidad de la industria del helado
Además de las prácticas clave mencionadas, hay varias tendencias emergentes que están moldeando el futuro de la sostenibilidad en la producción de helados. Estas tendencias van desde el desarrollo de nuevas tecnologías hasta la reformulación de productos que tienen un menor impacto ambiental.
1. Tecnologías de congelación más eficientes
La congelación es una parte esencial del proceso de producción de helados, pero también es uno de los mayores consumidores de energía. Sin embargo, los avances en las tecnologías de refrigeración están permitiendo a las empresas reducir su consumo energético sin comprometer la calidad del producto. La congelación criogénica, que utiliza nitrógeno líquido para congelar el helado en cuestión de segundos, es una de las técnicas que está ganando popularidad debido a su eficiencia energética.
Nitrogenie, una cadena de heladerías que utiliza nitrógeno líquido en la fabricación de sus helados, ha reducido significativamente su consumo de energía en comparación con las fábricas que utilizan métodos de congelación tradicionales. Este enfoque no solo es más rápido y eficiente, sino que también mejora la textura del helado, al minimizar la formación de cristales de hielo grandes, lo que da como resultado un producto más cremoso.
2. Enfoque en la sostenibilidad del abastecimiento de cacao y vainilla
El cacao y la vainilla son ingredientes clave en muchos helados, pero su producción ha estado históricamente vinculada a prácticas agrícolas que dañan el medio ambiente y explotan a las comunidades locales. La producción sostenible de estos ingredientes es una tendencia creciente en la industria, con empresas que se comprometen a obtener cacao y vainilla de fuentes certificadas y responsables.
Ben & Jerry’s ha implementado un programa de abastecimiento ético para garantizar que el cacao y la vainilla utilizados en sus helados provengan de agricultores que practican métodos agrícolas sostenibles y reciben un precio justo por sus productos. Además, Ben & Jerry’s trabaja en estrecha colaboración con cooperativas de comercio justo para garantizar que los beneficios del abastecimiento sostenible lleguen a las comunidades que dependen de estos cultivos.
3. Economía circular y uso de subproductos
Otra tendencia emergente es el uso de subproductos y residuos de otras industrias alimentarias para la producción de helados. En lugar de desechar subproductos como los residuos de frutas o nueces, algunas empresas están encontrando formas innovadoras de incorporarlos en sus productos.
ReGrained, una empresa que utiliza los granos sobrantes del proceso de elaboración de cerveza para crear alimentos nutritivos, ha colaborado con fabricantes de helados para incorporar estos granos reciclados en helados, creando un producto con un perfil de sabor único y una menor huella ambiental. Este enfoque de economía circular no solo reduce el desperdicio, sino que también añade valor a los productos al utilizar ingredientes que de otro modo se habrían descartado.
Conclusión: Un futuro más sostenible para la industria del helado
La industria del helado está en medio de una transformación hacia la sostenibilidad, impuls
ada por la innovación y la creciente demanda de los consumidores por productos más responsables. A medida que las empresas adoptan prácticas más sostenibles, como el uso de energías renovables, ingredientes locales y orgánicos, alternativas vegetales y envases biodegradables, el impacto ambiental de la producción de helados se está reduciendo de manera significativa.
El futuro de la sostenibilidad en la industria del helado depende de la adopción continua de estas prácticas y de la inversión en tecnologías que permitan una producción más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. A medida que más marcas sigan este camino, los consumidores podrán disfrutar de helados de alta calidad que no solo sean deliciosos, sino también responsables con el planeta.




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