Ecosistemas comestibles: sostenibilidad y biotecnología
- SANDRA SERRANO
- 20 may
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov
El horno del futuro también debe pensar en el planeta. Cada ingrediente tiene una huella, cada empaque un destino. La repostería sostenible ya no es una moda: es una obligación. Nuevas harinas de insecto, proteínas vegetales, aceites regenerativos y bioplásticos están rediseñando el postre del siglo XXI.
Las galletas se vuelven manifiestos ecológicos. No se trata solo de sabor, sino de equilibrio. De respetar el ciclo del agua, la energía, la tierra. En laboratorios verdes se cultivan microorganismos que fermentan masas sin desperdicio. Cocinar se convierte en acto político: elegir ingredientes es elegir un futuro.
La dulzura del mañana deberá ser también responsable. Porque de nada sirve endulzar el paladar si amargamos el planeta.





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