La Innovación Verde en Helados: De la Cadena de Suministro a la Cucharada
- Elsa Burquez
- 4 nov 2024
- 6 Min. de lectura
La sostenibilidad y la innovación están impulsando una transformación en la industria alimentaria, y la producción de helados no es una excepción. En un contexto donde los consumidores exigen productos que no solo sean deliciosos, sino también responsables con el medio ambiente, las empresas de helados están respondiendo mediante la implementación de prácticas sostenibles en todas las etapas de la cadena de suministro. Esta "innovación verde" busca minimizar el impacto ambiental desde la obtención de ingredientes hasta la distribución, y ofrece a los consumidores una nueva forma de disfrutar de sus postres favoritos, sabiendo que cada cucharada contribuye a un futuro más sostenible.

La importancia de una cadena de suministro sostenible en la producción de helados
La cadena de suministro de helados implica múltiples etapas que generan impactos ambientales: desde la producción agrícola de ingredientes como lácteos y frutas, hasta la energía utilizada en el procesamiento, congelación y distribución del producto. Cada uno de estos eslabones de la cadena presenta oportunidades para innovar y adoptar prácticas más sostenibles.
La innovación verde se refiere a la implementación de nuevas tecnologías, procesos y enfoques que no solo reducen la huella de carbono, sino que también optimizan el uso de recursos naturales, disminuyen el desperdicio y promueven la economía circular. Al abordar cada etapa de la cadena de suministro con un enfoque sostenible, las empresas de helados pueden reducir su impacto ambiental mientras mantienen la calidad y la viabilidad económica.
1. Producción agrícola sostenible: Ingredientes con menor impacto ambiental
Uno de los principales eslabones de la cadena de suministro del helado es la obtención de ingredientes, en particular los lácteos, las frutas y los edulcorantes. Tradicionalmente, la ganadería y la agricultura intensiva, especialmente la producción de leche, han sido asociadas con altas emisiones de gases de efecto invernadero, uso intensivo de agua y degradación del suelo. Para mitigar estos impactos, las empresas de helados están adoptando prácticas de agricultura sostenible y regenerativa.
Un ejemplo destacado es McConnell’s Fine Ice Creams, que se abastece de leche de vacas criadas en pastos gestionados de manera regenerativa. La agricultura regenerativa no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también mejora la salud del suelo, fomenta la biodiversidad y captura CO₂, lo que contribuye a mitigar el cambio climático. Además, McConnell’s se abastece de frutas locales y de temporada, lo que reduce el impacto ambiental asociado con el transporte y garantiza la frescura de los ingredientes.
Por otro lado, Oatly, que produce helados a base de avena, ha demostrado que el uso de ingredientes vegetales puede reducir significativamente la huella de carbono en comparación con los lácteos convencionales. La avena no solo requiere menos agua y tierra para su cultivo, sino que también genera menos emisiones de gases de efecto invernadero. Oatly ha publicado informes detallados sobre el impacto ambiental de sus productos, mostrando cómo la elección de ingredientes puede tener un efecto positivo en el medio ambiente.
2. Procesos de producción más eficientes: Reducción del uso de energía y agua
El procesamiento de helados es una etapa intensiva en el uso de energía y agua. La congelación, pasteurización y homogeneización requieren grandes cantidades de electricidad, lo que puede aumentar significativamente la huella de carbono de la producción. Sin embargo, las empresas innovadoras están implementando tecnologías y procesos que optimizan el uso de recursos y reducen el desperdicio.
Ben & Jerry’s ha invertido en mejorar la eficiencia energética de sus fábricas mediante la instalación de sistemas de refrigeración de bajo consumo y la adopción de energía renovable, como la solar y la eólica. Además, han implementado sistemas de recuperación de energía en sus plantas, que capturan el calor generado por los procesos de producción para reutilizarlo en otras etapas, como el calentamiento de agua para la limpieza.
Otra innovación clave es el uso de tecnologías de congelación más eficientes. La congelación criogénica, que utiliza nitrógeno líquido para congelar el helado de manera casi instantánea, reduce el tiempo de procesamiento y el consumo de energía. Empresas como Nitrogenie han adoptado esta tecnología, logrando no solo una mayor eficiencia energética, sino también una mejora en la calidad del helado, al reducir la formación de cristales de hielo grandes que afectan la textura.
3. Transporte y distribución sostenibles: La cadena de frío bajo control
El transporte y la distribución de helados presentan desafíos únicos debido a la necesidad de mantener el producto congelado durante todo el trayecto. Los sistemas de refrigeración convencionales y el transporte en camiones refrigerados contribuyen significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, las empresas de helados están innovando en esta área mediante la adopción de tecnologías de refrigeración más ecológicas y el uso de vehículos eléctricos.
Lick Honest Ice Creams, con sede en Austin, Texas, ha adoptado una flota de vehículos eléctricos para la distribución local de sus productos. Esto no solo reduce las emisiones de carbono asociadas con el transporte, sino que también permite a la empresa operar de manera más eficiente en áreas urbanas, donde la demanda de helados es alta y las distancias de entrega son cortas. Además, Lick ha optimizado sus rutas de distribución para minimizar las distancias recorridas y maximizar la eficiencia energética.
Además, empresas como Häagen-Dazs han comenzado a implementar sistemas de refrigeración que utilizan gases refrigerantes naturales, como el dióxido de carbono, en lugar de los tradicionales hidrofluorocarbonos (HFC), que son potentes gases de efecto invernadero. Al reducir el uso de estos gases, las empresas pueden minimizar su impacto ambiental en la cadena de frío.
4. Envases sostenibles: Innovaciones en materiales biodegradables y reciclables
El empaque de helados representa una fuente importante de residuos plásticos, especialmente debido a los envases de un solo uso. Para reducir el impacto ambiental de los envases, las empresas están adoptando materiales reciclables, biodegradables o compostables, y fomentando prácticas de economía circular.
Clemmy’s Ice Cream ha sido pionera en la introducción de envases biodegradables a base de plantas que pueden descomponerse en condiciones de compostaje industrial. Esto permite a los consumidores disfrutar de sus helados sin contribuir al problema global de los plásticos de un solo uso. Además, Clemmy’s está explorando opciones de envases reutilizables, donde los clientes pueden devolver los envases vacíos para que sean limpiados y reutilizados, fomentando una economía más circular.
Otra innovación destacada en el empaque es el uso de bioplásticos, materiales derivados de fuentes biológicas, como el almidón de maíz o la caña de azúcar, que tienen un menor impacto ambiental que los plásticos tradicionales. Empresas como NadaMoo! han comenzado a utilizar bioplásticos para sus envases, lo que les permite reducir su huella de carbono al tiempo que ofrecen a los consumidores una opción más ecológica.
5. Involucrar al consumidor: Educación y responsabilidad compartida
Finalmente, la innovación verde en la industria del helado también depende del compromiso del consumidor. Las marcas están invirtiendo en la educación del consumidor sobre la importancia de elegir productos sostenibles y de adoptar prácticas responsables, como el reciclaje de envases y la reducción del desperdicio de alimentos.
Ben & Jerry’s, además de sus iniciativas sostenibles a lo largo de su cadena de suministro, ha lanzado campañas de concienciación sobre el cambio climático y la justicia ambiental. A través de su programa Climate Justice, la marca no solo educa a los consumidores sobre el impacto de sus decisiones alimentarias, sino que también aboga por políticas públicas que promuevan la sostenibilidad en toda la industria alimentaria.
Al involucrar al consumidor en la cadena de valor, las empresas pueden promover una mayor conciencia sobre el impacto ambiental de los productos que consumen y fomentar un comportamiento más responsable que complemente sus propias iniciativas de sostenibilidad.
Conclusión: Un futuro verde para la industria del helado
La innovación verde en la industria del helado está transformando cada aspecto de la cadena de suministro, desde la producción agrícola hasta el transporte, la distribución y el empaque. Las empresas que adoptan estas prácticas no solo están reduciendo su huella de carbono y minimizando el impacto ambiental, sino que también están respondiendo a las demandas de los consumidores por productos más sostenibles y responsables.
A medida que más marcas implementen prácticas innovadoras en toda su cadena de suministro, podemos esperar que la industria del helado se convierta en un modelo de sostenibilidad para otros sectores alimentarios. El camino hacia un futuro más verde es desafiante, pero las empresas que lideren esta transformación no solo protegerán el planeta, sino que también ganarán la lealtad de los consumidores conscientes del medio ambiente.




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