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Abramos la conversación.

Helados Ecológicos: El Futuro del Postre Sostenible

La industria alimentaria se encuentra en un punto de inflexión, donde la sostenibilidad ya no es solo una tendencia, sino una necesidad imperiosa. El cambio climático, la escasez de recursos y la creciente demanda de los consumidores por productos más ecológicos han empujado a las empresas a replantear la forma en que producen sus alimentos. En este contexto, los helados ecológicos están emergiendo como una opción innovadora y responsable, con un enfoque en minimizar el impacto ambiental, desde los ingredientes hasta los envases. Este movimiento hacia helados más sostenibles no solo busca reducir la huella de carbono, sino también ofrecer un producto que responda a las expectativas de calidad, sabor y ética de los consumidores modernos.



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¿Qué hace que un helado sea ecológico?


Un helado ecológico no es simplemente aquel que utiliza ingredientes orgánicos o naturales. Para que un producto sea considerado verdaderamente sostenible, debe cumplir con una serie de criterios que abarcan toda la cadena de suministro, desde la obtención de las materias primas hasta su envasado y distribución. Esto incluye el uso de ingredientes cultivados de manera sostenible, la reducción del consumo de agua y energía en la producción, la eliminación de pesticidas y productos químicos, y la adopción de prácticas que promuevan el bienestar animal.


Ingredientes sostenibles y orgánicos


Los ingredientes son el pilar de cualquier producto ecológico, y en el caso de los helados, esto significa optar por ingredientes que se cultivan sin el uso de pesticidas sintéticos, herbicidas o fertilizantes químicos. Además, estos ingredientes deben provenir de granjas que practican métodos agrícolas sostenibles, como la rotación de cultivos y la reducción del uso de agua, para garantizar que la producción de alimentos no contribuya a la degradación ambiental.


Por ejemplo, la empresa Straus Family Creamery es pionera en la producción de lácteos orgánicos en Estados Unidos, y suministra leche a varias marcas de helados que buscan certificaciones ecológicas. Sus vacas son criadas en pastos orgánicos, lo que reduce el impacto ambiental del uso de forraje importado y promueve un ciclo cerrado de nutrientes en las granjas. Además, utilizan técnicas de gestión de suelos que mejoran la biodiversidad, un aspecto esencial para la sostenibilidad.


Energía renovable en la producción


Un aspecto crucial para que un helado sea ecológico es el uso de energía renovable en su producción. Las fábricas de helados que se consideran verdaderamente sostenibles están incorporando tecnologías de energía limpia, como paneles solares o energía eólica, para minimizar su dependencia de combustibles fósiles. Además, se están adoptando tecnologías para hacer el proceso de congelación más eficiente energéticamente.


Por ejemplo, Ben & Jerry’s, una marca conocida por su compromiso con la sostenibilidad, ha implementado en sus fábricas el uso de energía eólica y solar. Además, han optimizado sus sistemas de refrigeración para reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero. Este compromiso con la energía limpia no solo reduce su huella de carbono, sino que también establece un estándar más alto para la industria.


Uso de lácteos y alternativas vegetales sostenibles


La producción de lácteos es una de las áreas más intensivas en recursos dentro de la industria del helado, especialmente en términos de emisiones de metano y consumo de agua. Por esta razón, muchas empresas están buscando alternativas para reducir el impacto ambiental asociado con la producción de leche. Algunas optan por lácteos orgánicos producidos de manera responsable, mientras que otras están explorando el uso de leches vegetales que requieren menos recursos para su producción.


Perfect Day, por ejemplo, ha desarrollado proteínas lácteas creadas mediante fermentación microbiana, sin necesidad de vacas. Esta tecnología permite crear helados que tienen la misma textura y sabor que los helados tradicionales, pero con una huella ambiental significativamente menor. Al eliminar la dependencia de la ganadería, Perfect Day ha reducido drásticamente el uso de agua y las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la producción láctea.


Envases sostenibles: Desafíos y avances


Uno de los mayores desafíos para los helados ecológicos es el empaque. La mayoría de los envases de helados están hechos de plásticos y materiales no biodegradables que terminan en vertederos o, peor aún, en los océanos. Para que un helado sea realmente ecológico, es necesario que el envase sea sostenible, lo que significa que debe ser reciclable, compostable o reutilizable.


Marcas como Clemmy’s Ice Cream han dado un paso adelante en este aspecto, introduciendo envases biodegradables hechos de materiales a base de plantas. Estos envases no solo se descomponen de manera segura en el medio ambiente, sino que también reducen la dependencia de los plásticos derivados del petróleo. Además, algunas empresas están explorando opciones de envasado reutilizable, como envases de vidrio que los consumidores pueden devolver para ser limpiados y reutilizados.


Transporte y distribución con bajo impacto ambiental


Otro aspecto clave en la sostenibilidad de los helados es la reducción de las emisiones de carbono durante el transporte y la distribución. Debido a que el helado es un producto que requiere mantener la cadena de frío, su transporte consume una cantidad significativa de energía. Las empresas que están comprometidas con la sostenibilidad buscan minimizar este impacto adoptando métodos de transporte más eficientes, utilizando vehículos eléctricos o optimizando sus rutas de distribución para reducir las distancias recorridas.


Por ejemplo, Lick Honest Ice Creams, una marca con sede en Austin, Texas, ha comenzado a utilizar vehículos eléctricos para la distribución local de sus helados. Además, trabajan con proveedores locales para reducir las distancias que los ingredientes deben recorrer antes de llegar a su fábrica, lo que disminuye aún más la huella de carbono de sus productos.


El impacto positivo de los helados ecológicos


Los beneficios de los helados ecológicos van más allá de su impacto ambiental. Al centrarse en ingredientes de alta calidad, las empresas también están creando productos que son más saludables y nutritivos para los consumidores. Los ingredientes orgánicos tienden a ser más ricos en nutrientes, y al evitar aditivos artificiales, los helados ecológicos suelen tener un perfil más limpio y natural.


Además, las marcas que adoptan prácticas sostenibles también están respondiendo a una creciente demanda de los consumidores por productos éticos. Según un estudio de Nielsen, más del 73% de los consumidores globales están dispuestos a cambiar sus hábitos de consumo para reducir su impacto ambiental. Esto significa que las empresas que invierten en sostenibilidad no solo están haciendo lo correcto desde el punto de vista ético, sino que también están posicionándose mejor en el mercado, atrayendo a un público que valora la responsabilidad ambiental.


Desafíos y el camino hacia la expansión


A pesar del creciente interés en los helados ecológicos, existen algunos desafíos para que esta tendencia se expanda de manera masiva. Uno de los principales obstáculos es el costo. Los ingredientes orgánicos y sostenibles, así como las prácticas de producción respetuosas con el medio ambiente, suelen ser más costosos, lo que puede hacer que los helados ecológicos sean más caros para los consumidores.


Sin embargo, a medida que la demanda de estos productos continúa creciendo y las economías de escala comienzan a funcionar, es probable que los costos bajen. Además, los avances en tecnología de producción, como la agricultura celular o las técnicas de conservación de energía, podrían reducir aún más los costos asociados con la producción de helados ecológicos, haciéndolos más accesibles para un público más amplio.


Conclusión


Los helados ecológicos representan el futuro del postre sostenible, ofreciendo una alternativa deliciosa y responsable en una era donde la sostenibilidad es cada vez más crucial. A medida que más empresas adopten prácticas ecológicas, y que los consumidores continúen exigiendo productos que respeten el planeta, veremos un cambio significativo en la industria del helado, donde la innovación y la ética se unirán para crear productos que no solo sean buenos para nosotros, sino también para el medio ambiente.


 
 
 

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