Postres Fríos que Te Harán Olvidar el Horno
- DANIEL IBARRA
- 18 ago
- 1 Min. de lectura
Actualizado: hace 1 día
Con la ciencia del frío dominada —o al menos entendida—, nació la parte más creativa del proceso: inventar postres que no dependieran de ninguna llama.
Las primeras creaciones fueron tímidas: cremas espesas, galletas prensadas en frío, bases sin hornear. Pero pronto llegaron las piezas más audaces:estructuras suaves sostenidas por capas heladas,contrastes de temperaturas dentro del mismo postre,sabores que se revelaban solamente al descongelarse en la boca.
La cocina descubrió que el frío tenía una personalidad propia.Que no solo daba forma, sino también carácter.Que un postre frío podía contar historias más delicadas, más lentas, más meditadas.
Nació una colección creciente de recetas que parecían obras de arte temporales. Cada una con un comportamiento distinto conforme el tiempo pasaba.Un postre que cambiaba cada minuto era una especie de poema en transición.
Y así, sin horno, sin combustión, sin fuego, la dulcería creó una nueva tradición:la tradición del frío creativo.





Comentarios